
Born to be red (Mediterranean red clayey soils)
by Antonio Jordán, University of Seville, Sevilla, Spain
First, in English:
If you've ever walked through a karst landscape in the Mediterranean, you've likely come across those intensely red soils that look like they belong on another planet. But where does that striking color come from? The answer lies in a geological process that has been at work for thousands of years.
In a recipe for red soils, the main ingredient is limestone, a rock that dominates karst landscapes. Over time, rainwater, which is slightly acidic, dissolves the calcium carbonate in the limestone, leaving behind more resistant minerals such as iron oxides and clays. These are responsible for the characteristic reddish hue.
This process, known as rubefaction, is especially intense in Mediterranean climates, where dry and wet seasons alternate distinctly. During dry periods, iron oxides dehydrate, taking on the deep red tone that we see in the soil.
In Mediterranean ecosystems, red soils are quite common, especially in mountainous regions such. Here, the combination of a climate with hot, dry summers and wetter winters encourages the accumulation of these residual materials.
Additionally, Mediterranean vegetation, including holm oaks, cork oaks, and shrubs, plays a key role in soil evolution. The roots of these plants help stabilize the terrain and contribute to the formation of organic matter, which mixes with minerals and results in fertile—though sometimes shallow—soils.
Beyond its striking color, Mediterranean red soils play a crucial role in agriculture and biodiversity. They are rich in nutrients, and although they can be somewhat difficult to work due to their clay-like texture, they have been used for centuries to grow olives, vineyards, and other staples of the Mediterranean diet.
So next time you see red soil in a karst landscape, you'll know it’s not just a coincidence—it’s the result of a fascinating natural process that has been unfolding for millennia. Would you like to learn more about other types of Mediterranean soils? I'm ready to keep exploring with you!
Ahora, en español:
Si alguna vez has caminado por un paisaje kárstico en el Mediterráneo, seguro que te has topado con esos suelos de un rojo intenso que parecen sacados de otro planeta. Pero, ¿de dónde viene ese color tan llamativo? La respuesta está en un proceso geológico que lleva miles de años en marcha.
En una receta para suelos rojos, el ingrediente principal de estos suelos sería la caliza, una roca que domina los paisajes kársticos. Con el paso del tiempo, el agua de lluvia, que suele ser ligeramente ácida, disuelve el carbonato de calcio de la caliza, dejando atrás los minerales más resistentes, como los óxidos de hierro y las arcillas. Estos últimos son los responsables del color rojizo tan característico.
Este proceso, conocido como rubefacción, es especialmente intenso en los climas mediterráneos, donde las estaciones secas y húmedas se alternan de manera marcada. Durante los periodos secos, los óxidos de hierro se deshidratan, adquiriendo ese tono rojo intenso que vemos en el suelo.
En los sistemas mediterráneos, estos suelos son bastante comunes, especialmente en zonas montañosas. Aquí, la combinación de un clima con veranos secos y calurosos, junto con inviernos más húmedos, favorece la acumulación de estos materiales residuales.
Además, la vegetación mediterránea, con sus encinas, alcornoques y matorrales, juega un papel clave en la evolución del suelo. Las raíces de estas plantas ayudan a estabilizar el terreno y contribuyen a la formación de materia orgánica, que se mezcla con los minerales y da lugar a suelos fértiles, aunque a veces poco profundos.
Más allá de su llamativo color, los suelos rojos mediterráneos tienen un papel crucial en la agricultura y la biodiversidad. Son ricos en nutrientes y, aunque pueden ser algo difíciles de trabajar debido a su textura arcillosa, han sido aprovechados durante siglos para el cultivo de olivos, viñedos y otros productos típicos de la dieta mediterránea.
Así que la próxima vez que veas un suelo rojo en un paisaje kárstico, ya sabes que no es solo una casualidad: es el resultado de un proceso natural fascinante que ha estado ocurriendo durante milenios. ¿Te gustaría saber más sobre otros tipos de suelos mediterráneos? ¡Estoy listo para seguir explorando contigo!
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6000 × 4000 px;
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Canon EOS 2000D
Taken on 18
April
2025
Submitted on 19 April 2025
Licence
Creative Commons Attribution-ShareAlike 3.0 Unported (CC BY-SA 3.0)
Credit
Antonio Jordán (distributed via imaggeo.egu.eu)
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