El suelo en la interfase
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El suelo en la interfase

by Antonio Jordán, University of Seville, Sevilla, Spain

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El suelo es una interfaz dinámica y crucial entre la biosfera, la atmósfera, la hidrosfera y la litosfera. Desempeña un papel vital en el apoyo a la vida vegetal, la regulación de los ciclos del agua y los elementos y sirve como hábitat para los organismos. Entender la posición del suelo en esta intersección es esencial para abordar los desafíos ambientales y garantizar su uso sostenible.
En la biosfera, el suelo proporciona la base para los ecosistemas terrestres. Suministra los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas y sostiene comunidades microbianas que contribuyen al ciclo de nutrientes y la descomposición de materia orgánica. La salud del suelo impacta directamente en la productividad agrícola y la biodiversidad del planeta.
La interacción entre el suelo y la atmósfera involucra el intercambio de gases, incluidos el dióxido de carbono, el oxígeno y el metano. El suelo actúa a la vez como fuente y como sumidero de gases de efecto invernadero, influyendo en el cambio climático. La respiración del suelo, impulsada por microorganismos y la actividad de las raíces, libera dióxido de carbono, mientras que la secuestración de materia orgánica en el suelo puede mitigar los niveles de carbono atmosférico.
El papel del suelo en la hidrosfera es evidente en su capacidad para almacenar y filtrar agua. Regula la infiltración, el drenaje y la retención de agua, afectando la recarga de aguas subterráneas y la escorrentía superficial. Un suelo saludable puede reducir el riesgo de inundaciones y sequías al mantener un ciclo hidrológico equilibrado.
Finalmente, la conexión del suelo con la litosfera se observa en su formación a partir del material rocoso parental a través de procesos de meteorización. La composición mineral y la textura del suelo están influenciadas por la geología subyacente, lo que a su vez afecta la fertilidad y la estructura del suelo. A su vez, los sedimentos procedentes de la erosión acaban formando nuevas rocas.
El manejo del suelo deben estar en relación con la comprensión de la intersección de estas esferas y sus interacciones.