Green fields under Doñana's sky
Avatar

Green fields under Doñana's sky

by Antonio Jordán, University of Seville, Sevilla, Spain

First, in English:
The physical environment of Doñana National Park provides highly suitable conditions for wheat cultivation, particularly in its alluvial soils. These soils, primarily composed of sediments deposited by the Guadalquivir River, are rich in nutrients and have excellent water retention capacity. Their texture ensures a balance between drainage and moisture retention, essential for wheat growth.
Geomorphologically, the area is characterized by a low-lying floodplain with gentle undulations, shaped by centuries of fluvial dynamics. This landscape fosters periodic sediment deposition, enriching the soil with organic matter and maintaining its fertility. Additionally, the proximity to the river reduces the risk of extreme drought, providing a stable water supply crucial for cereal crops.
The climate of Doñana plays a fundamental role in wheat cultivation. It features a Mediterranean climate with Atlantic influences, marked by mild, wet winters and hot, dry summers. The moderate winter temperatures allow for early planting, while the seasonal rainfall pattern supports crop development. The long, dry summer ensures proper ripening and harvesting conditions, minimizing the risk of fungal diseases. These factors together make the alluvial plains of Doñana an ideal setting for wheat farming, balancing natural fertility with favorable climatic conditions.

(4) Ahora, en español:
El entorno físico del Parque Nacional de Doñana ofrece condiciones muy adecuadas para el cultivo del trigo, especialmente en sus suelos aluviales. Estos suelos, formados por sedimentos depositados por el río Guadalquivir, son ricos en nutrientes y poseen una excelente capacidad de retención de agua. Su textura garantiza un equilibrio entre el drenaje y la retención de humedad, aspectos esenciales para el crecimiento del trigo.
Desde el punto de vista geomorfológico, la zona se caracteriza por una llanura de inundación de baja altitud con suaves ondulaciones, moldeada por siglos de dinámica fluvial. Este paisaje favorece la deposición periódica de sedimentos, enriqueciendo el suelo con materia orgánica y manteniendo su fertilidad. Además, la proximidad al río reduce el riesgo de sequías extremas, proporcionando un suministro de agua estable, crucial para los cultivos de cereales.
El clima de Doñana desempeña un papel fundamental en el cultivo del trigo. Presenta un clima mediterráneo con influencias atlánticas, caracterizado por inviernos suaves y húmedos y veranos calurosos y secos. Las temperaturas moderadas del invierno permiten una siembra temprana, mientras que el régimen estacional de lluvias favorece el desarrollo del cultivo. El verano largo y seco garantiza condiciones óptimas para la maduración y la cosecha, minimizando el riesgo de enfermedades fúngicas. Estos factores combinados hacen que las llanuras aluviales de Doñana sean un entorno ideal para el cultivo del trigo, equilibrando la fertilidad natural con condiciones climáticas favorables.